Selva, luna verde sobre el agua
sombra que navega el Paraná
llévate mi canto a tu silencio
roto por la lluvia al litoral.
Suelta tu pollera enamorada
en la entraña viva de la flor,
déjame sentir todo el misterio
que se lleva el río en mi canción.
Por los ceibales va el aroma,
ardiente pájaro del sol,
vuelo del aire por el aire
ebrio de la luz y del color.
Noche de la selva milenaria,
eco donde el viento halló su voz,
brisa vegetal de la madera
donde apaga el agua su rumor.
Cuánto amé la música del río
para liberarla en mi cantar,
deja que me corra por la sangre
toda tu pasión primaveral.
Por los ceibales va el aroma…
Guárdame la música del río…